11 de abril de 2010

Purificación

En Jeremías (13:27) se lee “¿Cuánto tardarás tú en purificarte?” Es la pregunta que a últimas fechas me mantiene en un estado de aflicción. Pareciera como si estuviese en una competencia de persecución, concentrado en que el reloj de arena avance de modo lento para que no termine de asfixiarme, antes de poder, nuevamente, respirar.

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