Dejo aquí la reseña sobre mi libro Sentido de fuga. La ciudad el amor y la escritura que apareció en en Siempre! el pasado 9 de agosto de 2009.
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La ciudad inatrapable
Juan José Reyes
La ciudad, como antes los mares, tiene poder para
que quienes cruzan por ella o la habitan no puedan controlar su impulso de
interpretarla o al menos de registrar los hechos o los sueños o las sensaciones
o los sentimientos que ella misma suscita. Es sitio de aventuras y de pasmos,
de sobresaltos y monotonías, de dramas y de fiestas, de seguros amores, de
traiciones, de corrupciones y de esperanzas, de aliento y camaradería, de susto
y duelo, de deseos y cicatrices del deseo. Hacen crónica de la ciudad sobre
todo los jóvenes escritores, remarcando su impulso de poseerla y su certeza de
que es inatrapable y por eso mismo tan seductora.
Con este libro Jezreel Salazar, nacido en 1976 en
la Ciudad de México, ganó el Premio de Crónica Urbana que cada año otorga la
Universidad Autónoma de la Ciudad de México. Tal es un premio joven que
rápidamente va ganando fuerza, a juzgar por los trabajos de sus ganadores (el
primero de ellos es un libro espléndido de Magali Tercero). El de Salazar
también es un magnífico conjunto de textos que muestran tanta sorpresa ante el
mundo chilango como ilusión y desencanto, siempre desde una firme capacidad de
expresar lo que se registra. Aquella firmeza da soltura a la prosa de Salazar,
bien construida, fluida, en ocasiones brillante.
Y más allá del registro de los hechos, o más acá,
desde el fondo mismo del autor y de esos hechos, surge una mirada que todo lo
condensa y que muy probablemente puede ser compartida por todos los lectores o
por un buen número de ellos. Escribe Salazar por ejemplo: “Sí, la ciudad es un
dolor del que no podemos librarnos, un lazo que no poseemos pero del que
formamos parte, la trampa de la que es imposible escapar: un sino, una condena.
Como en la historia de Edipo, la amamos pero nuestro amor la llevará a la
muerte. Somos sus hijos y estamos condenados al matricidio erigido sobre el
deseo y el cariño. Es verdad. No le tenemos compasión”.
No nos tenemos compasión, pudo escribir el autor.
Y no lo hacemos porque al parecer no podemos ya mirarnos en nuestro propio
espejo. Cuando lo hacemos nos hallamos perdidos, solitarios en la muchedumbre…
a menos que tomemos la palabra y emprendamos el camino del recuerdo de lo
inmediato, como tan bien ha hecho el mismo Salazar.
Jezreel Salazar, Sentido de fuga (La ciudad, el amor y la escritura). México, Universidad
Autónoma de la Ciudad de México (Crónica Urbana), 2009; 180 pp.
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